Los desechos como producto de uso: una alternativa económico-ambiental post COVID-19
Miguel Ángel Núñez Núñez
Actualmente, la basura genera un costo por su recolección, transporte y descarga en los vertederos, sin que este proceso genere ingresos a la comunidad y más aún causan daños colaterales, asociados a la contaminación generada por los mismos, por lo tanto, es necesario su inmediata intervención, ya que la actual pandemia, dejará graves secuelas en la sanidad y la economía del país.
Cada población genera basura y es necesario reducir de mejor manera el impacto ambiental, económico y de salubridad que esta provoca. Por otra parte, cada población requiere energía, reducir la contaminación y de alguna manera reducir el desempleo. Por lo tanto, se promueve la incorporación de personal de la zona para labores operativas y de control, con la intención de dinamizar la economía local y generar nuevos empleos, que sean sustentables.
La basura se incorpora entonces como una nueva fuente de energía, que colabora con la reducción del impacto ambiental, junto a la energía eólica, solar y otras que son menos invasivas con el medio ambiente a diferencia de los combustibles tradicionales.
La basura no solo es utilizable como combustible alternativo, sino que se puede usar sus derivados, como fertilizantes o materias primas, logrando siempre contaminar en menor medida que con los combustibles tradicionales, o con procesos tradicionales, sumando a esto una reducción de las áreas de vertederos que afecten a los suelos, ríos y mares.